Nuestro blog en video:
Los seres humanos empezamos a estudiar primaria pensando cuándo la vamos a terminar, pasamos al bachillerato pensando cuándo lo vamos a terminar, para poder pasar a la universidad mientras que pensamos cuándo vamos a terminar la carrera. En ese punto empezamos a pensar cuándo va a terminar todo el periodo de estudiar y de aprender. ¿Te ha pasado esto? ¿Piensas cuando vas a terminar de estudiar y de invertir en ti?
Me ha pasado que cuando las personas me dicen que quieren dedicarse a lo que yo hago me preguntan qué hay que estudiar y hasta dónde hay que llegar. Fíjate que siempre se está pensando en que va a llegar un momento en el que dejes de aprender y de invertir en ti para ya empezar a cosechar. Pero realmente no es así; para cosechar, la inversión en ti debe continuar.
Este proceso nunca debe terminar porque absolutamente todo en el mundo está en cambio constante y necesitamos mantenernos siempre actualizados. Si alguna vez pensaste en parar de estudiar y de aprender, podría ser cuando tu competencia pare de hacerlo. Pero eso nunca pasa, muchos de tus competidores están ocupados preparándose cada vez más y mejor para adaptarse a los cambios. Además, el cerebro y el corazón necesitan estar renovando muchísimas cosas y la única manera de lograrlo es invirtiendo en nosotros mismos todo el tiempo.
Ahora, no solo hay que hacer esto en cursos y libros, sino que lo más importante es mantener la mente abierta y con una total disposición al aprendizaje. Esto implica que mantengas un estado de humildad porque aun si estás, por ejemplo, en un curso y te dices “¡eso yo ya lo sé!” bloqueas la capacidad que tienes para aprender. Así que es importante mantenerte siempre dispuesto al aprendizaje y a lo nuevo para que puedas nutrir también tu alma y trabajar constantemente en construir emociones que te traigan cada vez más bienestar.
Hay una historia que me parece muy bonita y quiero compartir contigo. En un templo, el Abad dividió a 500 monjes en filas de a 50 con la tarea de limpiar el piso con un trapo blanco, en el orden de la fila. Entonces, un monje que iba en la última fila le pregunta al Abad: “¿Por qué nos pones a limpiar el piso a todos si los primeros ya lo habrán limpiado y los segundos también y nosotros somos la fila número diez entonces ya estará limpio cuando sea nuestro turno?”. El Abad le pidió que mirara su trapo y el monje notó que tenía una pequeña y delgada línea negra. “El piso es como el corazón: todos los días hay que estarlo limpiando”, le dijo el Abad.
Este cuento muestra muy bien lo que te estoy diciendo sobre invertir en ti todo el tiempo. Si estamos en este planeta y tenemos este cuerpo humano, necesitamos estar limpiando constantemente nuestro corazón y alimentando nuestra alma, mente y cuerpo. Esta es la consciencia que tenemos que generar para tener pensamientos nuevos y recibir información nueva porque recuerda que si ves cosas diferentes, vas a estar viendo una realidad que antes no veías y permites que tu cerebro esté más
enfocado para alcanzar tus metas con mayor facilidad y consistencia.
Ahora que ya sabes que invertir en ti es algo para toda la vida piensa en qué más puedes hacer hoy para alimentar tu corazón, tu mente y tu cuerpo. ¿Cómo más puedes limpiar tu corazón a diario? ¿Qué cursos, libros o experiencias puedes vivir para enriquecer aún más tu vida? Déjame tus comentarios sobre este blog. Recuerda que el cambio es automático, pero la Evolución no. Para evolucionar es necesario, conciencia, voluntad y muchísimo amor.
Si te gustó este contenido, te va a encantar la MasterClass gratuita que diseñé para ti, conoce más en el siguiente enlace:

Rocío Suárez
Top 5 Master Trainer de PNL
“Mi misión es enseñar a las personas a tener más conciencia. Para que así, cada individuo tenga dentro de su corazón la magia de transformar su propia vida, eligiendo pensamientos y emociones que conecten desde el amor con acciones inspiradoras, empoderadoras y congruentes con tu propósito de vida”